Ambientes Saludables
Para mantener nuestros ambientes interiores lo más saludables posible, es importante controlar la cantidad de humedad en el aire. Cuando el aire está seco, podemos sentirlo. Nuestros ojos se sienten arenosos, nuestra piel se vuelve áspera y escamosa, y parece que nos enfermamos con más frecuencia. El objetivo es mantener el nivel de humedad relativa en los edificios entre 40 y 60% HR. Esto no solo reducirá la cantidad de virus y bacterias en el aire, sino que también inhibirá el desarrollo de moho u hongos.